El tribunal tiene versiones distintas de los hechos que demorarán la resolución
Ni el presidente del Tribunal Supremo ni los 20 vocales del Consejo están obligados a rendir cuentas de sus gastos
CORRUPCIÓN Y DERROCHE
Una
imputada revela el interés de la consejería en justificar las
subvenciones en el escándalo de las ayudas a ONGs
Compromís
acusa a la alcaldesa de mentir cuando asegura que la Fórmula 1 no le
cuesta nada
RESISTENCIAS
PÚBLICO
Colectivos
de empleados del sector bancario denuncian los conflictos que se
viven en muchas sucursales por la crisis financiera.
Los
'iaioflautas' preparan más acciones reivindicativas tras irrumpir en
la sede de Bancaja
LA INFAMIA INSTITUCIONALIZADA
La corrupción y las estafas a la ciudadanía de políticos y banqueros son protegidas y disculpadas por las instituciones de justicia, que castigan a aquellos que ejercen su derecho legitimo a protestar de manera pacífica contra el saqueo de lo público y los recortes en nuestros derechos fundamentales.
Estamos ante una forma de gobierno despótico al servicio de la defensa de los privilegios de la élite política, jurídica y empresarial que restringe, día a día, nuestros derechos constitucionales:sociales, políticos y civiles. Este Estado no está puesto al servicio de la defensa de nuestros derechos y nuestro bienestar, sino que se ha convertido en un instrumento al servicio de intereses muy particulares, comprometiendo seriamente las condiciones de vida de la inmensa mayoría.
Ante tanta infamia y arbitrariedad solo queda la desobediencia civil. Esta deriva hacia la tiranía solo puede ser parada mediante la rebelión ciudadana.
¿Por qué tenemos que pagar impuestos cuando quienes defraudan a hacienda no son procesados, sino amnistiados, cuando la apropiación del dinero público o su uso para fines particulares es tolerado si se es político o juez?
¿ Por qué seguir haciendo la declaración de hacienda, cuando quién más tiene menos paga, cuando se recorta la financiación de nuestros servicios sociales, mientras se realizan rescates millonarios para salvar el capital especulativo y ficticio de los bancos, que siguen repartiendo dividendos e indemnizaciones millonarios entre sus altos ejecutivos, sin que nadie les obligue a asumir responsabilidades por su mala y fraudulenta gestión?
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