martes, 15 de febrero de 2011

MARIANO Y COSPEDAL NO SE ATREVEN A ROMPER SU COMPLICIDAD CON CAMPS

La Comunidad Valenciana ha sido un granero de votos para el PP, pero también, y por ahora presuntamente, una segura fuente de ingresos para el partido y la clientela que lo sustenta. El desvío del dinero y el patrimonio público para sostener la financiación ilegal del PP y motivar a sus dirigentes, mediante la promesa del enriquecimiento fácil, explican el apoyo con el que han contado y cuentan los principales líderes o gestores del PP valenciano. Hay demasiadas complicidades, información y favores compartidos, como para que la dirección nacional del PP se atreva a soltar el lastre de los poderosos imputados valencianos.
El Partido Popular se está convirtiendo en un peligroso obstáculo para la democracia. Es decir, para el Estado de Derecho. No parece dispuesta la derecha montaraz -con Mariano Rajoy en el puente de mando- a frenar su vorágine de descalificaciones graves, dirigidas a los policías, los fiscales y los jueces que no complacen a los jerarcas populares respecto a los caídos -o a punto de caer- no por Dios ni por España y sí por la trama Gürtel.

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