EL PAÍS. S. NAVARRO. Alicante
El presidente de la Generalitat atribuye a los populares valencianos la renuncia del presidente del Gobierno a un nuevo mandato
Las metáforas de Camps son para el club de la comedia, reflejan un resentimiento y un odio visceral desproporcionado hacia un rival político, que poco o nada tiene que ver con su suerte. Si Camps se tiene que sentar en el banquillo de los acusados es por su amistad con el Bigotes no por ZP, si la deuda de la Comunidad Valenciana es la mayor del Estado en relación al PIB no es por ZP, que ha invertido más en la CV de lo que hizo Aznar. A Camps lo que le carcome y le hace aflorar la rabia es que se ha quedado sin el chivo expiatorio al que echarle las culpas de todo, y hoy el traje nuevo del emperador trasluce de manera más clara sus vergüenzas.
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