De Zaplana a Camps, siempre con Fabra, el gobierno del PP en la Comunidad valenciana se sostiene en una nutrida red de clientelas, donde el control de cargos políticos produce beneficios privados tanto para los que los detentan, como para sus grupos de afines, familiares, amigos y otros deudores. El beneficio económico sin miramientos, santificado por la respetada autoridad eclesiástica y amparado en la identificación del PP con la esencia del "valensianismo", que presenta a la Comunidad Valenciana como "lo millor del mon", sirven, junto con el victimismo -la culpa de nuestras carencias es de ZP-, para construir una identificación colectiva, de los líderes con su pueblo, que no permite fisuras. El control de la televisión pública y el escaso papel de los jueces valencianos a la hora de perseguir la corrupción política, que de los ayuntamientos, a las diputaciones ha alcanzado a la Generalitat, ponen en duda la salud del sistema democrático y de derecho en nuestra Comunidad.
¿Cómo han logrado que la corrupción no pase factura electoral, se acepte como normal y pueda quedar impune?
¿Quién se apunta a recopilar informaciones e investigaciones sobre la urdimbre de estas tramas?
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JUAN JOSÉ MILLÁS
Los socialistas consideran que "el PP presenta las listas del bochorno"
Las principales formaciones políticas valencianas registran sus candidaturas ante la Junta Electoral
El País. J. F. / S. N. / M. F. - Valencia / Alicante / Castellón - 13/04/2011La corrupción les pasará factura tanto judicial, como electoral, sino es aquí en la Comunidad Valenciana, lo hará en el resto del Estado. Rajoy está perdiendo, día a día, la poca credibilidad que le quedaba, tanto ante los ciudadanos españoles, como ante las derechas europeas, no es ni tolerable ni responsable que permita listas electorales plagadas de presuntos corruptos, sobre los que hay procesos judiciales en marcha y se acumulan pruebas fruto de investigaciones policiales.
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