Algunos caídos en desgracia por las investigaciones judiciales han sido apartados de sus cargos o de la militancia, incluso han servido de cortafuegos para dirigentes como Esperanza Aguirre, pero otros muchos, como Camps y los suyos, siguen en sus puestos. La presunción de inocencia a nivel judicial no exime de responsabilidades políticas, ni siquiera según el Código Ético del PP, pero la cúpula de este partido no actúa con la contundencia necesaria. ¿Por qué será?
PÚBLICO
Cinco detenidos por desvíos de fondos en el marco del denominado caso Ibatur.
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EL PAÍS. A. MANRESA - Palma de Mallorca - 30/06/2010
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