La Gürtel era una trama más al servicio del PP, uno de los tentáculos con los que financiarse y aportar incentivos económicos tanto para sus dirigentes, como para la clientela que les ayuda a mantener su poder. Es una forma de hacer política al servicio de las élites económicas tradicionales y de aquellos espabilados que les hacen el juego, apuntándose al negocio de beneficiarse del patrimonio y del dinero público. Aunque hunde sus raíces en el caciquismo tradicional y en el franquismo, está economía de rapiña, extractiva del esfuerzo colectivo, se vio claramente reflejada en el caso Naseiro, en la corrupción generalizada bajo el gobierno de Jaume Matas en Baleares, y hoy, en las Comunidades que gobierna el PP, donde el caso valenciano es de los más escandalosos, pues más allá de Fabra y de la Gürtel, no para de salir a la luz más basura, como la del caso Brugal.
PÚBLICO. ALICIA GUTIÉRREZ
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