domingo, 29 de mayo de 2011
Los medios de comunicación públicos de la CV practican la manipulación y la desinformación al servicio de los intereses de un partido plagado de presuntos corruptos.
PÚBLICO. EFE
RTVV denunció ayer que el guardia de seguridad del ente había resultado herido cuando un grupo de activistas intentaron entrar en las instalaciones
TVV, Canal 9 y el resto de medios de comunicación públicos de la CV, solo tienen de público el que lo pagamos entre todos, pues se han convertido en instrumentos de propaganda y manipulación informativa al servicio del PP de Camps, una organización plagada de presuntos corruptos. El exdirector de personal de Canal 9, Vicente Sanz, viejo imputado en el caso Naseiro, usaba su poder tanto para ejercer un control ideológico de la información, como para abusar sexualmente de algunas periodistas. El exdirector de TVV, Pedro García, aparece vinculado tanto a la red Gürtel, como a la estafa generada con la visita del Papa a Valencia. La información sobre estos casos, como sobre el resto de imputaciones judiciales que han recaído sobre miembros del PP por su implicación en diversas tramas de corrupción ha sido descaradamente ocultada.
Mientras Canal 9 se niegue a informar de manera veraz, tanto sobre la corrupción generalizada, como sobre lo que está sucediendo en las Plazas de Valencia, Castellón, Alicante, Alcoy, Benidorm y otras localidades, las protestas imaginativas y pacíficas contra este instrumento de desinformación y manipulación están legitimadas. En vez de siete ciudadanos, tendríamos que ser cientos los que tomáramos pacíficamente Canal 9 para leer un comunicado, como ya se ha hecho en Grecia o como se hizo en Murcia, pues los ciudadanos tenemos derecho a exigir que se dé una información plural y veraz, más aún en unos medios de información que pagamos entre todos.
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